Un verdadero Ave Fénix, feniz, feliz. Un impulso con fuerza y, respira el momento, gírate para ver tus cenizas. Lo que fuiste, lo que eras,
en lo que te convertiste. Sigue volando y respira el momento. Eres luz,
desprendes luz. Il sole fuera. Resurgiste. Disfrútate.
Ahora desde Oeiras. Tercer país en el que vivo, aprendiendo mi cuarto idioma, viendo mi esfuerzo y el de los que me rodean transformado en recompensa. Tengo la suerte de ver cada día plantas
nacer, sintiendo solo lo mejor de ser matrona. Yo os siembro, yo os cuido, y a la vez hablo portugués y rezo a todos los dioses por cada paso que doy con la mochila
a cuestas. “Porque el suelo se sabe todas las canciones”. De nuevo tengo un mapa con
pendientes y collares y una tomo zanahoria al día para mis ojos. Oeiras a veces huele tanto a Parma...
Se me llena el cuerpo entero hablando de Campo Joven.
Y últimamente tengo tantos pensamientos que transforman el todo en nada.
Energía, fuerza, pero no es algo nuevo, siempre magnetismo y atracción. En definitiva, los
imanes de papá.
Me definen como
creativa por vosotros. Por las horas viendo las nubes y las estrellas. Los
acertijos. Bailar cruzándonos en el salón. Los abstractos. Jugar con La Escalera de Jacob ¿Eso qué es? Búscalo. El diccionario siempre abierto. Lógica. Pintar los nidos
de los periquitos. Trasplantar macetas (me acabo de dar cuenta de que llevo toda la vida diciendo "transplantar" y esa palabra no existe). Desarmar la calculadora. A ver cómo
cantas. Transformar las extremidades en proyectiles. Mira, mira, mira.
Yo soy viajera aun sin moverme de casa. Y siempre
siempre siempre os llevo conmigo.
Respira el momento porque se abre el telón.
Nunca dejéis de sonreír así.
No importa lo que ponga, lo que importa es que volví.
Besos y un retal más de esta tela marinera.