Llegó el 16 de septiembre… y todos los pros y contras que ello conlleva. “Marina cuando habla de Parma pone muchas caras alegres y tristes”. Es una mezcla de millones de sensaciones pero, creo que de una forma u otra, todas son positivas.
He llegado sana y salva a Parma, con una compañía de lujo, tras haber utilizado coche, avión, autobús, tren y taxi desde Sevilla hasta aquí. Todo esto con 25 kilos de prendas y recuerdos, repartidos en dos brazos, metidas en maletas que supuestamente deberían rodar bien pero que a la hora de la verdad van a su aire.
Ya estoy tranquila, se acaba tanto papeleo (aunque en el fondo me gusta también) y empieza la verdadera experiencia. Por ahora he aprendido a decir chanpoo en modo italiano, que tener ganas de hacer pipí a veces puede salir muy caro (acho… 1 euro entrar en un servicio público… en fin), que en Sevilla te convencen para que compres un billete de autobús para Bérgamo que luego en Bérgamo venden a 3x2, que Parma no es una ciudad silenciosa y, sobre todo, QUE NO TENGO NI IDEA DE ITALIANO.
Mañana ya, mi primera reunión Erasmus. Aisss
Vas a ser la mejor italianini de tó Parma, ya verás¡¡¡ Besitos y a disfrutar¡
ResponderEliminarMónica
Comienza la aventura...
ResponderEliminar¿Cuántos helados llevas hermana?
ResponderEliminarGracias por la información del billete a Bérgamo. Entonces, cuando llegue a Sevilla, no compro, no? jeje. Ains...
¿Cómo llevas el italiano? ¿Ya has dicho alguna de las palabrejas que te buscó papá?
Un besazo.
No te preocupes en dos dias lo tienes solucionado, sino como tu tio Manolo, mezcla idiomas que eso siempre funciona
ResponderEliminarTe has ido con Dani?
ResponderEliminarEl italiano sigue igual de escaso.. pero piano piano. Todo se andará.
ResponderEliminarDani va mucho más al sur (a Bari).
Aiss.. tengo tantas cosas que contar...