El comienzo de este comentario iba a ser perfecto: "4 del 4 a 4 días para que se acabe la semana (aunque, por suerte, no las vacaciones) toca escribir la 4ª entrada" pero el tiempo pasa y no espera a nadie. Entre unas cosas y otras, pasan las doce y en el calendario se deshace un día más. Así que, 5 de abril... comienza un ciclo igual que el que acabó hace diez minutos y mi comentario sigue estancado en ayer. Además esta no es la cuarta entrada. Al final me resulta mejor, 5 de Abril y 5º entrada. Así explico:
Se acaba un día intenso, de compras, de andar mucho, de tomar decisiones entre "vestido a" o "vestido b" y sobretodo un día en el que he aprendido una gran lección que me servirá para el resto de mi vida: Ir a comprar ropa con un jersey de cuello alto de lana no es una buena idea. El roce de la lana con el pelo produce un precioso proceso cuyo resultado es incómodo a la par que cómico y, por un momento, pasas de ser una persona normal a ser mitad persona mitad muñeco diabólico. Por ello, no lo recomiendo aunque si que lo propongo como actividad práctica para todos los estudiantes de Física y Química para que comprueben de forma rápida y sencilla lo que es la electricidad estática y sus... bonitos efectos. Después de sufrir esa extraña transformación numerosas veces en distintos probadores de distintas tiendas con la calefacción en distinta temperatura pero, curiosamente, casi en todos con canciones de Pereza o Coti como música ambiental (se agradece) surge la situación más surrealista del día. Entramos en unos grandes almacenes que, por no hacer publicidad en mi blog los llamaremos "El C.I.", ya con desesperación y con el fin de encontrar lo que llevábamos toda la mañana buscando. Allí no era Pereza lo que sonaba de fondo, no no, nada de la canción de adiós de Coti o Andy & Lucas que incluso lo hubiese preferido. Mi hermana y yo nos miramos con cara de asombro al cruzar la puerta y oír "¡¡Alcohol, alcohol. Alcohol, alcohol alcohol. Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual!!" que salía de todos los altavoces de la planta como si esa canción con esa letra tan profunda y ese ritmo tan trabajado fuese la mejor de todos los tiempos. ¿A quien se le ocurrió la brillante idea de poner semejante cosa? ¿El encargado de la música no encontró ninguna canción un poco más acorde con el sitio y con más calidad que esa? ¿O es que Andy & Lucas les paga para que se les llegue a preferir? ¡¡Qué está pasando!! Bueno, entre eso y que la talla mínima que venden es enorme, la experiencia a sido toda una decepción.
Hace 2 meses
Hola Marina, me puse muy contenta cuando leí lo de la frase de Esther. Se la enseñé a Esther y se acordaba del momento en que la dijo. Me encanta el Blog, escribes fenomenal como si fuese mucho más mayor. Eres genial, nos encanta estar contigo y te queremos mucho. Besos.Tu tita ROSI.
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